A las 6 de la mañana estaba en pié, comido literalmente por los mosquitos, pero con ganas de volver a casa, el cansancio es grande, aunque el esfuerzo ha merecido completamente la pena. Desayuno en el aeropuerto, a precio de oro, pero es el último día...
El vuelo bien, con un poco de nostalgia tras todo lo vivido, pensando aún como he sido capaz de conseguirlo, ya que he de reconocer que pasé un momento delicado la noche en Berlín, pero sin embargo, me repuse y me entraron mas ganas que nunca de seguir con la aventura.
En Sevilla me espera mi hermana, sobretodo para que le de los regalitos jejeje. Pero lo mejor del viaje con diferencia, a años luz de todo lo vivido...jejeje ha sido el manjar que me he pegado en un conocido bar del centro de Sevilla. Jamás había disfrutado tanto de nuestras tapas...jamón, salmorejo, pavía de merluza, solomillo al whisky...me ha sabido a gloria jajaja.
De tapas en Sevilla |
Por cierto, mil gracias a todos los seguidores de este blog, me encanta que os guste y os entretenga e incluso a más de uno se le pase por la cabeza repetir algo parecido, de hecho si yo he realizado este viaje es porque justo hace un año, leí un blog de otro viajero...